domingo, 18 de noviembre de 2018

Patrón de conducta tipo A


En la tradición popular nunca se ha dado mucho valor a la prisa. Hay unos cuantos dichos populares donde se puede apreciar esto. Sin embargo, la sociedad en la que vivimos actualmente entrona a la velocidad y a hacer el mayor número de cosas en el menor tiempo posible; el hombre o mujer orquesta que pueden hacer el mayor número de cosas en el menor tiempo posible.

Dentro de esta perspectiva se suelen agrupar diferentes tipos de personalidad. En este articulo, vamos a hablar de lo que se conoce como patrón de conducta tipo A y cuáles son sus características.

A finales de 1950, dos cardiólogos norteamericanos Friedman y Rosenman, publicaron varias investigaciones que establecían una clara relación entre determinados rasgos de personalidad con una mayor incidencia de cardiopatía isquémica o la posibilidad de tener un infarto o una angina de pecho. En 1974 se publicó un trabajo suyo con un título que vendría a traducirse algo así como: Patrón de conducta Tipo A y su Corazón. En él, se describían diferentes tipos de personalidad relacionados con factores de riesgo coronario. Según cuentan en su estudio, el inicio de su investigación surgió de la observación de una experiencia curiosa de la vida cotidiana. Al querer remodelar la sala de espera de su consulta, cuando se pusieron a tapizar las sillas se dieron cuenta de que solo estaban gastadas por la parte de delante. Es decir, sus pacientes únicamente se sentaban en el extremo de las sillas; como si estuvieran a punto de echar a correr. 

 
Las personas con un patrón de conducta tipo A, presentan alguno de los siguientes rasgos:
  • Suelen ser personas muy productivas y tienen una gran preocupación por realizar tareas compulsivamente, ya que la inactividad y el reposo les frustra. Parece que estén en una carrera permanente contra el reloj ante la presión por la falta de tiempo
  • Suele ser gente que se mueve y camina deprisa y destaca la imperiosa sensación de urgencia que invade el ámbito de su actividad personal. Su vida cotidiana, la que no guarda relación con el trabajo, resulta apresurada hasta en los mínimos detalles
  • Son incapaces de renunciar a realizar tareas que puedan aumentar el repertorio, y por tanto, su mérito. Prestan más atención al resultado cuantitativo, que a la satisfacción derivada de la realización de la labor bien hecha
  • Hallan siempre motivos para posponer sus vacaciones, alargar la jornada laboral o para llevarse trabajo a casa. Son incapaces de gozar del tiempo libre y de los seres queridos
  • Suelen comer deprisa
  • Tienden a dormir poco
  • Hablan agitadamente y tiene dificultad para mantener la atención centrada en cualquier tema o mensaje que se les dirija. Hablan deprisa e interrumpen a sus interlocutores. Más bien imponen que exponen su propio punto de vista
  • Suelen ir al grano y dan pocos rodeos
  • Se plantean logros continuos
  • Tienen tendencia al perfeccionismo en todo lo que hacen, tanto dentro del trabajo como en su tiempo libre
  • Manifiestan una competitividad extrema
  • Tiene tendencia a ser controladores
  • Responden con hostilidad y agresividad cuando el ritmo que ellos estiman oportuno se ve detenido. La impaciencia promueve habitualmente agresividad hacia quien la suscita, y como puede surgir ante innumerables circunstancias domésticas, urbanas, laborales o en su relación social, esta gente confiesan sentirse permanentemente en lucha frente al entorno
  • Son poco dados a la violencia física con lo que expresan su agresividad por medio de: desvirtuar los logros ajenos, minan la fiabilidad de los logros de los demás, disminuir los esfuerzos de los otros, desacreditar sus ideas
  • Son muy exhaustivos y metódicos, por lo que se convierten en jefes "toca pelotas" y fastidiosos. Les gusta la tarea como ellos quieren que se haga, es decir, exactamente según el ideal de su criterio perfeccionista. Suelen ser intolerantes antes los errores y se les suele ver como controladores
  • Son incapaces de delegar tareas y funciones

Seguro que muchos de vosotros tenéis o habéis tenido una persona así a vuestro lado. Da la sensación de que la actividad frenética es su mecanismo de defensa para no afrontar sus conflictos y viven en un estado continuo de lucha ante el entorno al que consideran amenazante. 

Por otro lado, están las personas con patrón de conducta B se caracterizan por ser la imagen opuesta de las de patrón de conducta A. Son personas tranquilas, serenas, con poca actividad y escasa agresividad, así como con bajos niveles de ambición y al mismo tiempo, no pierden eficacia en las relaciones humanas y profesionales. 

Las personas con un patrón de conducta tipo A tienen una probabilidad dos o tres veces mayor que las de tipo B de padecer un ataque cardiaco, así como un alto riesgo de sufrir otro tipo de enfermedades como las psicosomáticas, cardiovasculares y ansiedad. 

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